La necesidad de producir sin tener que distraerse en temas que no son la actividad principal o razón de ser de las organizaciones, debería ser la preocupación de la mayoría de empresarios, es ésta también una de las razones por las que se buscan sistemas que ayuden a conseguir los resultados deseados, de aquí la prioridad de diseñar y mantener Buenos Sistemas de Seguridad, pero ¿cómo definir el Sistema de Seguridad IDONEO para cada empresa? No existe una plantilla única, tampoco una fórmula mágica que nos diga lo que debemos hacer. Es básico en la definición de un esquema o sistema de Seguridad para una organización realizar el Estudio de Seguridad, que nos va a permitir reconocer las fortalezas, los riesgos, las amenazas y vulnerabilidades, así como también, la manera de potenciar o gestionarlos. Un Estudio de Seguridad es un análisis, planificado, ordenado, minucioso y multidisciplinario, sin omitir detalles y del cual vamos a extraer las recomendaciones a manera de objetivos de Seguridad, los mismos que deberán ser cumplidos a corto, mediano o largo plazo, este análisis debe ser ejecutado en sitio, en el campo, en el lugar en donde se encuentran los activos a proteger. No cualquier persona se encuentra en la capacidad de llevar a cabo la ejecución de un ESTUDIO de SEGURIDAD, hay que estudiar, prepararse y adquirir experiencia y la experiencia se gana haciendo los estudios, así como tampoco, a cualquier documento se lo puede llamar Estudio de Seguridad.
La Seguridad requerida para una facilidad proviene de la conjunción de 3 criterios:
1. El del especialista que representa la aceptabilidad y responsabilidad técnica.
2. El criterio de la Gerencia General que representa la aceptabilidad y decisión de la organización para apoyar la ejecución de lo realizado.
3. Y, por último, el criterio legal, que representa la aceptabilidad de que lo realizado no va a transgredir las leyes locales o internacionales de ser el caso.
Los niveles de aceptabilidad definen el costo beneficio del Estudio de Seguridad para la organización, no solo por el costo de ejecución sino también por el costo de puesta en marcha de las recomendaciones.
Es habitual comprobar como en algunas organizaciones se tramita la prevención de riesgos de manera secundaria, casi sin importancia, dejando la gestión en manos inexpertas a quienes solo les queda improvisar, ya sea por desconocimiento o manifiesta incompetencia, acciones como esas van a provocar consecuencias y las más recurrentes son:
1. Cuellos de botella que dificultan o taponan los procesos productivos o de apoyo que cuestan mucho solucionar (tiempo y dinero), debemos recordar que el costo de remediación siempre va a ser mucho más alto que el de prevención.
2. Desperdicio de recursos humanos, mecánicos y tecnológicos, que redundan en costos financieros.
3. Ineficiencia.
4. Riesgo reputacional.
En las organizaciones en las que el área de Seguridad o Prevención no se encuentra ubicada en los niveles propicios, ésta está desperdiciada y no va a funcionar como debe, así de sencillo.
Jorge Durán V.
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